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martes, 30 de septiembre de 2014

El comedor, una buena forma de que los niños aprendan a ser independientes

Muchos padres deciden apuntar a sus hijos en un comedor porque así logran conciliar la vida laboral y familiar. Otros apuestan por este método porque consideran que tiene muchos beneficios para los niños. Y también hay quienes prefieren que sigan comiendo en casa para que aprendan buenos hábitos. Lo cierto es que hoy en día, en los colegios privados de Las Rozas se recomienda que los alumnos coman en el centro educativo porque se ha demostrado que los pequeños aprenden a ser más independientes, más sociales y aprenden a alimentarse de manera correcta desde pequeños. 


Horarios fijos
Una de las ventajas del comedor es que los niños tienen un horario fijo de comida y una rutina diaria que es igual cada día. Esto ayuda a los niños a crear la conciencia de que tienen un tiempo establecido para comer y que no deben descuidarse: si se pasan y se retira el plato no podrán volver a comer hasta que lleguen a casa o sea la hora de la merienda. Esta rutina sirve para que los niños se vuelvan más responsables y aprenden que hay que cumplir todos los horarios que se les impongan. Interiorizar esta norma es muy provechoso para el resto de su vida. Además, comienzan a desarrollar hábitos de conducta y a realizar esta actividad por sí mismos. Aunque los monitores están allí para vigilar y ayudar a los pequeños, al cabo de poco tiempo éstos comienzan a acostumbrarse por sí mismos a los horarios.

Aprendizaje de conductas
Los niños suelen imitar lo que ven y, si en el comedor ven como los demás niños terminan su comida sin protestar y dejan el plato limpio, tenderán a imitarlo. Los más pequeños intentarán llenarse los vasos ellos solos y coger el tenedor y el cuchillo de manera correcta al ver a los demás hacerlo. Además, sentirán un deseo de comer solos porque se sentirán “mayores”, y así aprenderán a no depender de nadie. Cuando van creciendo estos hábitos hacen que los niños sean más independientes a la hora de afrontar los problemas porque desde temprana edad han aprendido que ellos mismos pueden buscar una solución a la situación a la que se enfrenten.

Comida sana y variada
Otro gran beneficio de que los niños coman en el colegio es que siempre van a tener una dieta variada, saludable y enfocada hacia sus necesidades. Aunque en casa también ocurre igual, lo cierto es que en los colegios los niños suelen tener una mayor variedad en los menús y aprenden a comer mejor ya que se acostumbran a la ingesta de verduras y frutas a diario. En ocasiones cuando comen en casa, los padres se vuelven un poco permisivos y dejan que los pequeños no se coman el plato completo, con lo que no obtienen el hábito de comer sano.

Si has matriculado a tus hijos en alguno de los colegios de Las Rozas, no dudes en preguntar por la oferta de comedor. Además de ayudarle a crecer y ser más independiente servirá para que se relacione aún más con el resto de niños del centro.