El sistema actual de crecimiento económico lleva
varios años en crisis, y no va a superar este bache hasta que evolucione hacia
un nuevo modelo de producción. La mayoría de los puestos de trabajo más
solicitados en el futuro aún no existen, pero está en nuestras manos educar a
los más pequeños en la cultura del emprendimiento para que el día de mañana
sean ellos mismos quienes creen esos puestos de trabajo y oportunidades de
negocio.
En el Colegio Europeo de Madrid sabemos
que enseñar a emprender no consiste únicamente en producir buenas ideas. Existe
un largo camino entre el nacimiento de una idea y su puesta en marcha. Los
niños tienen que aprender a ser constantes, a experimentar cambios, a adaptarse
a las circunstancias de un mercado siempre cambiante y a arriesgarse cuando la
oportunidad aparece.
Para sembrar la semilla del emprendimiento no
hay que profundizar en temas tan complejos y adultos como las dificultades
financieras o los trámites administrativos. La cultura emprendedora puede
promoverse desde la escuela no como una asignatura sino como un método
transversal que se deje ver en varias materias y actividades escolares.
Es necesario erradicar el miedo al fracaso y
aplicar una metodología didáctica que haga énfasis en la práctica y en la
capacidad autónoma de cada individuo para buscar ayudas y recursos: el día de
hoy puede ser asociándose con sus compañeros de clase, el día de mañana puede
ser buscando ayuda profesional en cámaras de comercio, la administración
pública o viveros de empresas.
Una magnífica forma de aprendizaje transversal
puede ser poner en práctica una empresa o cooperativa artesanal en la cual
todos los alumnos tengan que colaborar para fabricar y vender algún producto
artesanal.
A través de esta práctica los niños aprenden
numerosas habilidades sociales y ponen en práctica conocimientos de clase
aplicados a la vida real.
Por ejemplo:
-Estudiar el entorno empresarial y el mercado para
ofrecer un mejor producto (conocimiento del medio).
-Asambleas para exponer ideas y votar las
próximas decisiones empresariales (lengua, educación para la ciudadanía).
-Realización del logo y la identidad corporativa
atendiendo a las últimas tendencias en diseño (educación artística).
-Aprender terminología empresarial de origen
anglosajón (inglés).
-Realización de presupuestos, estadísticas,
previsiones de crecimiento, etc. (matemáticas).
-Manejo de software especializado para
diferentes tareas y creación de una web y redes sociales enfocadas a los
negocios (nuevas tecnologías).
Otra actividad interesante para los niños es
conocer de primera mano el testimonio de otros emprendedores. El colegio puede
invitar a jóvenes empresarios para que acudan a las clases a dar unas charlas y
resolver las dudas de los pequeños. O aún mejor, el colegio puede organizar
visitas guiadas a oficinas y viveros de empresas que alberguen start ups. Así los alumnos pueden ver in situ cómo es la actividad de
un emprendedor, descubrir sus espacios de trabajo y conocer su experiencia
laboral.
Estas actividades transversales deben ser
realizadas teniendo en cuenta criterios fundamentales como la igualdad de
género (distribución cualitativa del trabajo) y el cuidado del medio ambiente
(reducir al máximo el impacto ecológico de cualquier actividad empresarial).
En el ColegioEuropeo de Madrid se promueven todas estas actividades desde su escuela
infantil, la Escuela Infantil EuropeaBEBIN en colaboración con el Ayuntamiento de Las Rozas y de varias empresas
que apoyan este sistema educativo.
La enseñanza de una cultura emprendedora en
primaria favorece que los estudiantes aprendan a cooperar, pierdan el miedo a
arriesgarse y estén preparados para hacer que las empresas del mañana
evolucionen hacia sistemas más justos, sostenibles y equitativos.