Aunque es posible empezar a aprender un idioma con más edad, lo cierto es que si se hace desde pequeño es posible llegar a un nivel de bilingüismo completo y además, ayudar a desarrollar otras habilidades en los niños gracias a este tipo de enseñanza. Además de la preparación en idiomas, perfecta para un futuro laboral, estudiar una segunda lengua desde niños tiene otras grandes ventajas para los pequeños.
Conocimiento de otras culturas
Cuando se estudian dos idiomas no sólo se aprende la lengua, también se enseñan las costumbres y la historia de los países en los que se desarrolla el idioma no nativo del niño. Por eso el bilingüismo es beneficioso a la hora de hacer que los niños tengan una mente más abierta y sean tolerantes con otras culturas extranjeras. Además les ayuda a desenvolverse a la hora de viajar por distintos países con costumbres distintas a las nuestras.
Mejora la creatividad y el pensamiento matemático
El bilingüismo desde edades tempranas aumenta la capacidad creativa de los niños haciendo que mejoren en materias como la pintura, la escritura o la música. Además, también es muy beneficioso para el pensamiento matemático: los niños bilingües tienen menos problemas a la hora de enfrentarse a problemas aritméticos. También se desarrolla el pensamiento lateral, haciendo más fácil la resolución de problemas teóricos o prácticos.
Facilita el aprendizaje de otras lenguas
Al haber aprendido dos lenguas a la vez, los niños han desarrollado unas conexiones específicas para el idioma y conocen las estructuras gramaticales de dos lenguas distintas. Esto hace que a la hora de aprender otras lenguas sea mucho más fácil porque el proceso de aprendizaje ya se conoce, con lo que la absorción de los conocimientos será mucho más rápida. Además, se podrá comparar el nuevo idioma con el que ya se conoce y, si tiene estructuras similares, aplicarlas a la nueva lengua aprendiendo a mayor velocidad.
Aumenta la capacidad de concentración
Los estudios realizados al respecto demuestran que los niños que han recibido una educación bilingüe desde pequeños tienen una mayor capacidad de concentración que quienes sólo hablan una lengua. Debido a las conexiones neuronales que se realizan en la infancia al aprender dos idiomas a la vez, los niños pueden fijar la atención en una actividad con una mayor eficacia que el resto.
Mejora la autoestima y la comunicación
Además de las ventajas anteriores, estudiar en un centro que ofrezca una educación bilingüe supone una clara mejora para los pequeños: aumenta su autoestima y la capacidad para comunicarse con otras personas. De esta forma se consigue una mayor interacción, tanto en la etapa infantil como en la adulta, mejorando las relaciones personales.